PIERDE EL MIEDO
Artículo publicado en revista local El Meu Prat de Septiembre de 2017
Actualmente, existen numerosas medidas que podemos tomar y que nos garantizan un alquiler seguro, o al menos, que minimizan sobremanera los riesgos asociados.
En primer lugar, señalar lo obvio, y es que, alquilar una vivienda no significa que se deba alquilar a cualquiera. Alquilar con seguridad significa hacerlo con responsabilidad, una de las cosas importantes a comprobar es la situación económica de la persona interesada en arrendar, cierto es que tener capacidad de pago no significa ser buen pagador, para evitar estas situaciones tenemos la posibilidad de: contratar seguro de impago, consultar FIM, solicitar informe de solvencia, … Con la nueva reforma fiscal, se puede solicitar el desahucio de un inquilino moroso transcurridos 10 días de impago desde que el propietario ponga la denuncia en el juzgado.
En segundo lugar, el temor a recuperar la vivienda en caso de extrema necesidad, el arrendador puede reclamar el inmueble si se quiere usar como vivienda habitual, para sí mismo, para familiares de primer grado o para su cónyuge en casos de separación, divorcio o nulidad.
Por otro lado, uno de los cambios de la nueva reforma fiscal iba a ser la desaparición de este beneficio fiscal, pero el Gobierno dio marcha atrás y los propietarios todavía pueden beneficiarse del 60% de exención tributaria en IRPF de las rentas de alquiler.
Pero, sobre todo, lo más importante a la hora de buscar garantías en el alquiler de nuestra vivienda, es encontrar el inquilino ideal, el que paga puntualmente, mantiene el piso en las condiciones adecuadas y se queda por un largo período de tiempo. Para encontrar el inquilino ideal, aconsejo que se ponga en manos de expertos en servicios inmobiliarios. Ésa es la mejor manera de ganar seguridad en el proceso de alquiler desde el principio.